Te contamos cómo formar y reforzar vínculos socialmente afectivos en la sala de clase, incluyendo estrategias y tácticas que puedes empezar a aplicar hoy.
Todos los buenos profesores se esfuerzan por crear un sentido de comunidad en sus salas de clase y saben por experiencia que crear y fortalecer lazos entre los estudiantes no es un evento de una sola vez.
En el mundo real y en la escuela, el compañerismo y el respeto mutuo entre compañeros se fomentan, o se desgastan, durante días y meses, no durante la primera semana.
Debido a que el tiempo de clase es precioso y pasa demasiado rápido, las estrategias que aprovechan los pequeños momentos de instrucción tienen un gran potencial para ayudar a los estudiantes a formar una comunidad.
Saludos grupales
Un enfoque rápido, de baja preparación y de alto impacto para cultivar la comunidad es algo que llamamos saludos grupales.
Un saludo es un gesto de reconocimiento o respeto cuando las personas se encuentran o se despiden.
En la sala de clases, un saludo grupal es un gesto social o físico impulsado por el maestro que se comparte entre dos o más estudiantes al comienzo o al final de una interacción.
Los saludos grupales se pueden usar con estudiantes de todas las edades, incluidos los que son tímidos o tienen dificultades con las habilidades sociales.
Al comienzo de una interacción, este tipo de saludos ayuda a romper el hielo y lleva a los estudiantes a conectarse de una manera no académica. Al final de un diálogo o tarea, o hacia el final, brindan una sensación de cierre o logro.
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Muestra interés e impulsa las conversaciones
Mostrar interés en la vida de los alumnos es una muy buena forma de impulsar los vínculos y la sensación de comunidad en el aula.
Pregúntales sobre sus pasatiempos, actividades después de la escuela y familias.
Habla con tus alumnos antes de la clase, después de la clase o durante la hora del almuerzo, y tómate el tiempo de conocerlos desde un enfoque más personal.
Haz dinámicas en la sala que impulsen a los alumnos a comentar sobre sus vidas y sus intereses.
Toma tiempo para las celebraciones
El aprendizaje no se trata solo de un tiempo de estudio serio y actividades específicas.
Para evitar caer en la mentalidad de “todo trabajo y nada de diversión”, una mentalidad que no ayuda a generar vínculos afectivos en la sala, programa algunos días especiales para celebraciones, como Semana Santa, Halloween o Navidad, y busca que estos días se centren en la diversión.
Mientras se están divirtiendo puedes aprovechar de enseñarle sobre tradiciones y de dónde vienen.
Las tradiciones y actividades de esparcimiento ayudan a crear un sentido de pertenencia y a su vez permiten que los estudiantes se conozcan fuera de un ambiente rígido.
No importa la estrategia que uses, el hacer tiempo para que los alumnos interactuen, mostrarles interés y respeto y motivarlos a saludarse y conocerse de forma personal ayuda a reforzar y a crear vínculos sanos entre ellos, con los maestros y con la comunidad educativa como un todo.
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